Edward Johnn Silva Giraldo.
Hoy en día los niños tienen más acceso a la información en redes sociales, sin embargo, esto no garantiza que tengan mayores procesos de comprensión. Por este motivo, es necesario fortalecer las competencias de lectura crítica para aprender a seleccionar lo que circula en el mundo digital.
En ocasiones, los contenidos que circulan en las redes sociales, responden a fines comerciales que buscan generar una masa uniforme de opiniones. Por ejemplo, hay campañas publicitarias que están dirigidas especialmente al mundo infantil; promoviendo que la única manera de establecer interacción es a través del celular.
De modo cuestionable, se afirma que tener un móvil de tecnología avanzada representa el supuesto de estar a la altura de los progresos tecnológicos, lo cual despierta las expectativas en los niños de tener un celular de alta gama, pero cuando se adquiere, este pasa a un segundo plano porque aparece otro más actualizado. Es así, que ha surgido un mercado dirigido a los niños, que los convierte en clientes consumidores, y que beneficia económicamente a un sector. Y es que la publicidad cautiva y seduce a los niños para que adquieran un celular de última tecnología, y estos a su vez presionan a sus padres para que compren cuanto antes el dispositivo. Los padres para sentir alivio ante la presión y compensar el tiempo que dedican a sus labores en detrimento del tiempo para compartir con los hijos, acceden a las peticiones.
Por ende, la alta dedicación de tiempo en las redes sociales, no puede soslayar la actividad física y recreativa que requieren realizar los niños a favor del desarrollo integral. Por ello, es necesario fomentar las iniciativas comunitarias, y ampliar la oferta institucional deportiva, artística y cultural que permitan el acceso a todos los niños para favorecer el compartir, el aprovechamiento del tiempo libre y el sano esparcimiento. En este sentido, las pantallas no pueden suprimir el tiempo de la recreación por el entretenimiento conducido que ofrecen los programas de televisión y las redes sociales. Además, es importante prevenir problemas relacionados con las posturas y la obesidad por el sedentarismo. Asimismo, problemas oculares por la sobreexposición a las pantallas de los dispositivos móviles y las computadoras.
Por consiguiente, surge la siguiente pregunta ¿cómo promover prácticas de colaboración a favor de las infancias por medio de iniciativas comunitarias e institucionales desde el arte y deporte para reconocer y fortalecer los saberes de las familias y las capacidades de los niños, niñas y adolescentes?