Mitos y narrativas de progreso 

Edward Johnn Silva Giraldo 

Publicado en la Edición 53 – Junio – Julio de 2018. www.elobservador.co El Observ@dor

El ideal de progreso centrado en una perspectiva de desarrollo limitada al crecimiento económico, legitima la expresión “si tienes más eres mejor que los demás”. Este énfasis de lo económico en la definición de desarrollo como señala el antropólogo colombiano Arturo Escobar, lleva a priorizar el tener sobre el ser y a validar valores culturales del consumo que se reproducen por ejemplo en las letras de las canciones “quien no tiene, no es”, “tanto tienes, tanto vales”. La búsqueda incesante por el consumo genera una sensación de frustración y fracaso cuando no se consigue corresponder a las demandas de éxito impuestas por la cultura occidentalizada. Los modelos de éxito y felicidad difundidos por los medios de información se apoyan en promesas comerciales que determinan la necesidad de consumir para conseguir el bienestar. La construcción de imaginarios de éxito y felicidad se alinean a las lógicas del mercado, ya que por medio de la publicidad y la propaganda se presiona para adquirir nuevos productos que están de moda. Tal como señaló en su época el publicista y periodista Edward Bernays. 

La moda y la propaganda orientada desde un modelo difusionista desarrollista es cuestionada por el experto en comunicación Jan Servaes, este modelo explica que todo producto nuevo es mejor. Sin embargo, la vigencia de lo nuevo es limitada, pues cada producto requiere reemplazo por uno más nuevo. Este círculo vicioso, promueve la necesidad de consumo y acumulación, ubicando el producto por encima de las relaciones. Por tanto, bajo la mirada del mercado, las relaciones se mercantilizan y adquieren un significado utilitarista de conveniencia económica que se naturaliza con el argumento individualista de la competitividad y la productividad.

La naturalización de las relaciones mercantilizadas tiende a establecer categorías y clasificaciones que determinan el grado de progreso y desarrollo en las personas. Categorías como pobre, rico, éxito, fracaso, abajo, arriba, entre otras, se convierten en marcos de referencia que indican el nivel de calidad de vida alcanzado, lo cual lleva a la carrera desenfrenada de tener y tener más.

El escritor Uruguayo Eduardo Galeano señaló “quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: “unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen”. En la carrera desenfrenada de tener más, se arman los unos a los otros de equipajes comerciales para responder a las lógicas del mercado, donde según el politólogo Carlos Martinez Hincapié se establecen dualismos que perciben al otro como enemigo, contrincante y competidor al que se le debe ganar.

Ante el panorama expuesto surgen las siguientes preguntas: ¿Cómo promover relaciones humanizantes y para la vida, que confronten la visión alienante del mercado? ¿Cómo deslegitimar narrativas de progreso y desarrollo que venden un modelo de éxito basado en las lógicas del mercado?

La salud es un bien común, no es una mercancía

Edward Johnn Silva Giraldo.  

Publicado en el periódico el observador sabana centro Edición 80 abril 2022 

La salud limitada a lo hospitalario, la enfermedad, lo individual y la prescripción de los medicamentos fragmenta la visión del cuidado integral. La salud también es agua potable, acceso a la educación y seguridad alimentaria. Sin embargo, el reiterado interés de mantener y reproducir los principios de eficacia y eficiencia que demandan las empresas, el mercado y las lógicas de consumo, invitan a desarrollar intervenciones en salud basadas en la postura individualista y competitiva centrada en la ganancia económica de unos pocos, en detrimento de aspectos del bien común tales como el aire, los suelos y los ecosistemas de vida.  

Es posible que en la actualidad se desarrollen proyectos de promoción y prevención, pero cabe señalar que algunas acciones pueden estar impregnadas de la lógica de salud mercancía, ya que los contratos los asignan a empresas o profesionales que convierten el bien común en un beneficio particular. Por tanto, la contratación para el desarrollo de estos programas en ocasiones se asigna a empresas dedicadas a otros fines, o profesionales sin formación para el trabajo con comunidades y la apertura para tejer de manera interdisciplinaria. Esta pauta de relación se encamina a favorecer por medio del discurso de la salud colectiva, los intereses particulares de los operadores e intermediarios del contrato. 

Los contratos otorgados a dedo o asignados como un favor político se suelen desarrollar de manera improvisada a partir de actividades que se reducen a una capacitación o campaña de corto plazo y descontextualizadas, donde los resultados se reducen en demostrar un impacto basado en cifras, la evidencia fotográfica y los formatos diligenciados. 

Entonces, resulta que se desarrollan programas sociales para beneficiar los intereses empresariales de un sector, se despilfarran dineros en acciones desarrolladas sin investigación y se reproducen labores descoordinadas. Al respecto, surgen las siguientes preguntas ¿Cómo fortalecer las acciones de promoción de la salud de modo articulado, contextualizado y participativo con perspectiva familiar y comunitaria? ¿Cómo generar un sistema de salud como bien común basado en los principios de la solidaridad colectiva? 

Noches sombrías

Almary Rincón

Lic. Comunicación social.

7 de marzo del año 2019, día que Venezuela vivía el mayor apagón registrado en la historia; 22 de los 23 estados del país estaban a oscuras, y todo estaba colapsado.

Tres días bastaron para que llegara el caos; comida dañada, habitantes como muertos vivientes por falta de sueño, manantiales caseros secos, y la desesperación presente a flor de piel.

10 de marzo del 2019; 7 en punto de la noche, la oscuridad, el silencio y la incertidumbre arropan la escena, pensamientos e imaginación de la situación vuelan como aviones en el cielo, pero no tienen pista de aterrizaje. Autos pasando tal pista de carreras y personas susurrando como domingo en misa, todos escuchaban y nadie se atrevía a investigar.

La noche pasaba, y la escena se tornaba más tensa. Llantas casi desgastadas de la rapidez de los autos, todos detrás del mismo premio: La comida. Al pasar 3 días del “apagón”, la mayoría de las personas ya no contaban con el dinero suficiente para adquirir alimentos, por ende, llegaron a la decisión de “saquear” industrias, supermercados, y hasta tiendas por departamento. Ya no se caracterizaba por la necesidad, sino, por querer artículos que no estaban a su alcance y todo había sobrepasado los límites.

11 de marzo del 2019, aproximadamente 12 horas después de los “saqueos”, llueven como diluvio las noticias de lo ocurrido en las calles; la desesperación e indignación se apodera del cuerpo de todos, ya que no solo el servicio eléctrico aún no se hacía presente, sino que también, ya no habría puntos de surtido de alimentos post “apagón”.

Sin embargo, la función no acabó esa noche, ya los “saqueos” no eran solo en grandes industrias, los pequeños negocios en cada sector de la ciudad también fueron víctimas; pasando por mini mercados, hasta la tienda más pequeña y mínima, el caos se desató como toro en corrida. Comerciantes enfurecidos y dispuestos a defender su patrimonio tal soldado en guerra, se determinaron a tomar la justicia con sus propias manos; cerraron cada negocio del sector por más pequeño que fuera e implementaron un sistema de seguridad por guardia, para así mantener sus establecimientos fuera de las garras de los “saqueadores”.

Las horas pasaban, y nadie sabía que hacer; comunicación nula por celulares y medios de comunicación, alimentos escasos, hidratación mínima y sin saber que sucedía realmente, se vivieron los 5 días de “apagón” nacional. Aún se respiran, sienten y se viven secuelas de esas noches sombrías. Distintos tipos de negocios y supermercados cerraron sus puertas para siempre, al perder su material para salir adelante. Muchos quieren pasar página y olvidar lo acontecido, pero la realidad siempre será una: todos y cada uno de los venezolanos, quedaron marcados por aquellas noches de marzo del 2019.

El maletín de sabiduría de la Maestra Daicy

Daicy Romero “Ser docente es tener vocación”

Por Edward Johnn Silva Giraldo 

La Maestra Daicy Josefina Romero de Chacin a sus 61 años, relata con brillo en la mirada y pasión en su voz, los caminos que continúa recorriendo en su labor formativa. Estudió licenciatura en Educación Integral y un posgrado en gerencia educativa. Dedicó veintitrés años de servicio acompañando procesos educativos como docente de aula y directora académica en Venezuela “ser docente es tener vocación, es sentirlo”. En 1984 recibió una condecoración como docente del año, y de ahí en adelante vinieron muchos reconocimientos. 

Siempre disfruta cada aventura de aprendizaje. El abrazo, los juegos y las preguntas curiosas que hacen los niños reconfortan su vida “La educación y los niños son como la semilla y el árbol que crece con hojas, ramas y raíces”

Hace 4 años llegó a Colombia con un maletín de sabiduría donde lleva su vocación de servicio. Empezó una iniciativa de educación popular con la comunidad en Bogotá, en la localidad de Engativá; orientando tareas en un comedor o en un parque, y desde su didáctica del amor ha conseguido despertar en los niños el gusto y placer por la lectura y escritura.  

Le gusta compartir lo que sabe, decir lo que siente, escuchar y preguntar para aprender. Valora la participación y le molesta la actitud de mando y autoritarismo que en ocasiones se asume en los procesos de enseñanza. Acoge el sabio dicho que se ha transmitido de generación en generación en Venezuela: “el que tiene buena voz, no manda a otro a cantar”. Reconoce los diversos saberes “Todo no se enseña en la escuela y la universidad, también está la escuela de la vida donde se pueden rescatar valores”.  

Hoy comparte su experiencia como maestra de vida en su rol de abuela y referente comunitaria entre los vecinos. Aunque añora el patio de su casa en Venezuela donde se podía correr y la cancha techada que convocaba al encuentro, sigue siendo recursiva para construir con sus nietos un centro de aprendizaje en el espacio de la sala, el comedor y un lugar acogedor al aire libre.      

Roy Salas Adán: el escritor y periodista que teje saberes en las redes sociales

Roy Salas Adán: el escritor y periodista que teje saberes en las redes sociales

Entrevista realizada por: Edward Johnn Silva Giraldo

Roy nació en Carora, el Estado de Lara en Venezuela. Estudió comunicación social como una vocación de servicio que aprendió en su familia y comunidad. Su proceso de formación humana y experiencia profesional se ha orientado a partir de lemas basados en la solidaridad, la generosidad, la empatía y la amistad social. Estos valores son como la brújula que guía la dirección de sus caminos, senderos y horizontes. Son el soporte de los puentes que va construyendo a varias voces y manos en cada acción cotidiana.

Roy-Salas-Adan

En el año 2018 logró materializar la publicación de su libro titulado “el evangelio y las redes sociales- cómo comunicar el mensaje de Dios en la web”, donde presenta reflexiones y alternativas que favorecen los encuentros intergeneracionales y el fortalecimiento de los vínculos entre hijos, padres, tíos, primos y abuelos; la lectura crítica de los contenidos que circulan en el extenso mar de información; y el empleo de herramientas digitales concebidas como medios para conectar personas y mantener el contacto con los seres queridos a pesar de las distancias geográficas y las fronteras físicas y simbólicas que se establecen como muros entre regiones y países.

Roy aprendió a navegar en las redes sociales como pez en el agua. En su libro señala las virtudes que ellas ofrecen, pero también advierte de los riesgos. A manera de analogía expone que hay aguas que conducen a un mundo de aprendizajes significativos, o corrientes, olas y mareas que arrastran a las personas a lugares donde pueden resultar engañadas y quedar expuestas en su intimidad y privacidad. Por ello, enfatiza en la necesidad de dimensionar en la tecnología las dos caras de la moneda, especialmente para que los niños con el acompañamiento de los adultos de confianza identifiquen cómo transitar por el ciberespacio. A continuación, Roy comparte las siguientes apreciaciones:              

¿Cómo inicia su gusto por el periodismo en las redes sociales?

Roy: “En el año 2007 descubrí que era posible abrir un blog gratuito con la cuenta de Gmail. Empecé a escribir y me convertí en redactor digital de las redes sociales personales y de periódicos de Venezuela y Colombia. Entonces, algo que comenzó como un hobby moderno, se ha convertido en una forma de vida”.  

Roy Salas Adán: el escritor y periodista que teje saberes en las redes sociales
Roy Salas Adán: el escritor y periodista que teje saberes en las redes sociales

¿cuáles son los retos del periodista en la era digital?

Roy: “Las funciones del periodista son comunicar, informar la verdad y formar con principios éticos, y eso no debe cambiar. Lo que cambia es el cómo y dónde se da esa información, por tanto, es importante estar actualizándose. Es decir, que no varían las bases de la profesión, pero sí los medios y las herramientas”.     

¿Cómo generar conexiones por medio de las redes sociales entre personas que se encuentran distanciados geográficamente, pero vinculados emocionalmente?

Roy: “si no somos muy cuidadosos de con quién hablamos y no formamos empatía, terminamos con la falsa ilusión de que tenemos miles de amigos, pero en realidad no es así. Aquí hablo de la amistad social en el sentido psicológico, que es poder compartir con otras personas pensamientos y emociones. Lo otro es como un saludo de pasillo. Para generar amistad hay que tener comunicación recurriendo por ejemplo a vídeollamadas donde pueda ver el rostros y gestos de esa persona, oír los tonos de su voz, etc. Hay que enseñar a tener comunicación, no tanto con muchas personas, pero sí de mayor calidad”.    

En Kumon se desarrollan capacidades para la vida

capacidades para la vida

Por Edward Johnn Silva Giraldo 

El profesor de matemáticas Toru Kumon diseñó un método para fortalecer las capacidades de todas las niñas, niños y adolescentes mediante un material autodidacta que favorece la autonomía, el acompañamiento basado en la confianza y la lectura de los distintos ritmos de aprendizaje donde participa un equipo de trabajo compuesto por los alumnos, la familia y los profesionales de apoyo.

En la unidad de Kumon ubicada en el municipio de Cajicá Cundinamarca, se ha configurado un equipo liderado por la terapeuta ocupacional Rocío Casilimas Forero, quien es experta en identificar y potencializar habilidades en estudiantes de todas las edades logrando tejer con las familias estrategias de acción planeada acordes a las particularidades personales y contextuales “cada niño va trabajando de acuerdo a su capacidad y ritmo, se empieza por lo que es capaz de hacer para conseguir la motivación y nosotras vamos observando las capacidades para poder programar el material”.  

En Kumon se trabajan tres asignaturas: matemáticas, español e inglés, las cuales son complemento de la educación tradicional. Los alumnos consiguen fortalecer procesos relacionados con la atención, concentración, lógica, análisis, comprensión lectora y por supuesto la creatividad. Asimismo, aprenden hábitos asociados con la organización del tiempo, la disciplina y la responsabilidad “cuando los niños ven que sus capacidades están mejorando se motivan”. Sin embargo, los logros son compartidos, ya que las familias se involucran en el proceso de aprendizaje “Nosotras trabajamos con base al elogio, entonces cuando nos reunimos con los papás para compartir lo que observamos en el test resaltamos las partes positivas que vimos en el alumno”.

En este proceso de aprendizaje las familias también desarrollan experticia para acompañar a sus hijos. Aunque hay exigencia, se aumentan las expresiones de reconocimiento por cada logro alcanzado. Las familias comprenden que los niños avanzan de acuerdo a su ritmo y aprenden de manera diferente. Por tanto, se van dando cuenta que no es útil comparar, castigar o presionar para desarrollar las actividades propuestas “los niños no se preocupan por una nota. Aquí no se pierde, no se pierde el nivel. Tampoco los comparamos con nadie. Cada alumno tiene su material de registro, eso les ayuda a generar confianza en sí mismo”. 

Kumon es para la vida. El proceso de aprendizaje personalizado por medio del material autodidacta y el sistema de acompañamiento basado en la observación de capacidades, amplían la curiosidad por el conocimiento desde el pensamiento crítico y despierta el liderazgo colectivo de los niños en sus contextos escolares cuando empiezan a compartir a sus compañeros lo que están aprendiendo.