Miradas de la migración: Conversaciones en viñetas

Miradas de la migración: Conversaciones en viñetas

Edward Johnn Silva Giraldo 

Desde el año 2022 venimos conversando y reflexionando con Roy Salas Adán y otros amigos, sobre temas de migraciones. Esta oportunidad de encontrarnos nos ha permito plantearnos preguntas, generar iniciativas y tejer amistad. De este modo, inspirados en nuestras historias personales y otras experiencias de héroes de la cotidianidad, decidimos aventurarnos por relatar por medio de canciones y conversaciones en viñeta las voces de personas migrantes como protagonistas de sus vidas. Nuestro objetivo es visibilizar sus capacidades ante panoramas de incertidumbre.

Por ello, decido crear “miradas de la migración: conversaciones en viñeta”. Se trata de dos personajes “Pataperro y Don Orejas”: Son historias conmovedoras que invitan a explorar los pensamientos, sentimientos y acciones de un migrante en su búsqueda de un futuro mejor, es un viaje lleno de esperanza, miedos y sueños, una introspección profunda que nos mueve el corazón para reflexionar sobre la fuerza del espíritu humano.

Para tal motivo creamos dos personajes, uno, un caminante, llamado Pataperro, a quien dimos gráficamente un aire juvenil, pues en su mayoría los jóvenes son quienes más migran, y Don Orejas, que representa una especie de Voz Sabia quien interroga a Pataperro y le lleva a reflexionar. Don Orejas lo graficamos como un búho humanizado, sabio y compañero en la oscuridad, que ayuda a Pataperro a reflexionar y meditar sobre su andar.

Pataperro es un caminante curioso, que tuvo que salir de su terruño buscando nuevas oportunidades para apoyar a su familia. Con los zapatos gastados, su mochila ligera, y la camisa empañada de sudor, sol y lluvia, anda en medio de las inclemencias del clima, las miradas de desdén, una mano amiga y la compañía de Don Orejas. Don Orejas observa, escucha y pregunta con la ingenuidad del sabio, sin pretender dar respuestas y consejos, pero sí con la intención de invitar a la conversa, la reflexión y el encuentro humano que reconforta la vida. 

Pataperro también es un personaje que retrata el apodo que familiares y amigos me asignaron por el gusto que yo expresaba alrededor de la actividad de caminar. Recuerdo que mi mamá me preguntaba ¿Dónde queda ese lugar? ¿Ya vamos a llegar? Y yo le respondía, es allí, ya estamos cerca, pero no era cierto, quedaba lejos.  Sin embargo, fue el pretexto para compartir historias.       

¡No te pierdas estas increíbles historietas! Comparte y únete a la conversación.

Pataperro migra a pie desde hace días https://www.instagram.com/p/C_Yxs6CS8VC/?igsh=MWVsajVrZ3pmdW40Yg==

Pataperro amanece junto a la carretera al pie del páramo de Santurbán https://www.instagram.com/p/C_bXA6qyd_x/?igsh=MTUwc2xkc295bjJzZw==

Pataperro llegó a Bogotá y lleva días buscando empleo https://www.instagram.com/p/C_ykdVCSCkc/?igsh=MTFlaHVvYnIxMjE5bQ==

En el año 2025 inicié con Sebastián Flórez, el proyecto del podcast Pateperro y Don Orejas: Miradas de la migración. Una oportunidad para encontrarnos, conversar, preguntar y reflexionar. Hablaremos todos los domingos, sobre historias y experiencias de la migración en el mundo. 

Mochilas de esperanza

Isaac Gabriel Zurita Suarez. Edad 12 años.

Estudiante y escritor apasionado por compartir historias de esperanza.   

Una noche escuché a mis padres, hablando sobre mudarnos a casa de mi mami Elsa (mi abuela), porque donde vivíamos no les alcanzaba lo que ganaban para cubrir nuestras necesidades. Al llegar a casa de mi abuela, sufrí cambios importantes, me cambiaron de colegio y cuando comenzaba a adaptarme a mi nueva vida debíamos salir del país, pues mis padres no conseguían empleo y en realidad no querían ser una carga para mi abuela.

Salimos de VENEZUELA en el mes de mayo, un día muy especial, era el domingo día de las madres, ¡ya era una realidad! yo ignoraba lo que me estaba ocurriendo y ni siquiera sabía dónde íbamos a dormir. Llegamos a un pueblo llamado San Antonio, y allí atravesamos un puente donde había mucha gente, vi muchos policías vestidos de camuflaje verde y azul en ambas puntas del puente, yo me preguntaba: ¿Dónde estamos?… tengo miedo! y se lo dije a mi mamá, y ella con cariño me contestó: ¡Si no te separas de mí no te pasara nada!

Pasamos varios meses en una ciudad que luego supe que se llamaba Cúcuta y pertenecía a un país llamado Colombia; noté con tristeza que nos miraban mal y nos trataban con desprecio, mi papá aún no conseguía empleo estable…

Una noche los escuche hablando que en la mañana siguiente nos iríamos de allí, a otro lugar. Bien temprano agarramos las maletas, me colgué mi mochila y emprendimos la caminata; no supe nunca cuál sería nuestro destino, lo que observaba era que caminaba y no llegábamos a ninguna parte.

En esta travesía conocí la solidaridad de los colombianos, nos dieron comida, alojamiento y muchas veces nos llevaron «encolados» en grandes camiones, luego de 8 días llegamos a la Universidad de la Sabana, nunca había sentido tanto frio como esa noche, al día siguiente unos ángeles enviados por Dios, nos acogieron, nos dieron un techo y comida, empleo a mis padres… y aquí estamos en un sube y baja de sentimientos, situaciones muy cambiantes. 

¡Mis padres ya tienen empleo! Llevo 4 años estudiando en el colegio Antonio Nariño y estoy dispuesto a demostrarle a mucha gente que ¡SI SE PUEDE! Con mucho amor ¡LOGRARE ALCANZAR MIS SUEÑOS! De política no entiendo mucho, sólo sé, que gente estudiada se preguntan y conversan entre ellos cómo mejorar la vida de todos los ciudadanos, que el presidente y su equipo de trabajo crean leyes, decretos y otras cosas legales para solucionar la vida de nosotros los migrantes, sin sacrificar a sus paisanos, pero por las actuaciones indebidas de quienes deben cuidar a sus ciudadanos, es decir, de las malas políticas del gobierno venezolano, muchos de nosotros hemos venido a estas tierras a engrandecerlas y ser productivos.

Quería realizar un cuento, pero para mí fue mejor describir lo que viví en forma de cuento, ya que, por decisiones inadecuadas del gobierno, tuvimos que salir de nuestra tierra y dejar familia, amigos y mi país, pero doy gracias a todos los colombianos que de una u otra manera ayudan a estabilizar mi vida y la de mis padres… Muchas gracias por brindarme la oportunidad de expresarme, soy Isaac Gabriel Zurita Suarez uno de los muchos venezolanos forzado a dejar su patria, y quiero demostrar que los buenos somos más y que venimos a engrandecer a este hermoso país llamado Colombia.