Están envenenando los humedales

Edward Johnn Silva Giraldo

La tingua azul, es un ave migratoria que recorre los paisajes colombianos durante los meses de octubre y marzo. Su propósito es encontrar los humedales, ya que son una fuente ecosistémica de conectividad hídrica y nodos de biodiversidad que le permiten su ciclo de reproducción. Infortunadamente, la tingua encuentra un humedal envenenado, contaminado, desecado y rellenado para la construcción de avenidas y urbanizaciones. En su intento por buscar un lugar de descanso luego del largo vuelo, la tingua confunde los ventanales de las nuevas edificaciones con espejos de agua, ocasionándose heridas de gravedad.

A esta hermosa ave, que representa la diversidad, le están frenando su vuelo y callando su canto. El concierto de aves es interrumpido por maquinaria que inunda de cemento el verde natural. Por ejemplo, planean obras sin el consentimiento de la comunidad, y con la excusa de generar conexión vial o traer un supuesto progreso al sector, deterioran la conexión de los humedales con la flora, la fauna y la riqueza hídrica.  

Con la excusa de generar conexión vial y progreso al sector, surgen mensajes sobre los humedales que confunden a la comunidad: “son focos de inseguridad” y “caños de agua maloliente”, que se deben pavimentar para acabar con el problema de contaminación y otros riesgos relacionados con la seguridad; desconociendo que los humedales ayudan a regular el ciclo hídrico, generar microclimas, producir oxígeno y controlar las inundaciones. 

Para colmo de males, prometen que van a conservar el medioambiente, y por ello construyen un pasillo con plantas, que cumplen una función decorativa, que embellece el sector, pero a cambio se pierden los beneficios del ecosistema.  

El envenenamiento de los humedales da cuenta de una visión antropocéntrica que impera sobre el cuidado de la vida. Entonces, recordé las palabras de un adagio popular que repetía mi profesora de filosofía en el colegio “Cuando el último árbol sea cortado, el último río envenenado, el último pez pescado, solo entonces “el hombre” descubrirá que el dinero no se come”  

Hoy se construye sobre los ecosistemas de vida. Los reservorios de agua y los cultivos de papa son eliminados. Los dilemas actuales de progreso invitan a la ciudadanía a comportarse como testigo silencioso de la explotación de la naturaleza y la ruptura ecosistémica; reproduciendo patrones hiperindividualistas y consumistas.

Noches sombrías

Almary Rincón

Lic. Comunicación social.

7 de marzo del año 2019, día que Venezuela vivía el mayor apagón registrado en la historia; 22 de los 23 estados del país estaban a oscuras, y todo estaba colapsado.

Tres días bastaron para que llegara el caos; comida dañada, habitantes como muertos vivientes por falta de sueño, manantiales caseros secos, y la desesperación presente a flor de piel.

10 de marzo del 2019; 7 en punto de la noche, la oscuridad, el silencio y la incertidumbre arropan la escena, pensamientos e imaginación de la situación vuelan como aviones en el cielo, pero no tienen pista de aterrizaje. Autos pasando tal pista de carreras y personas susurrando como domingo en misa, todos escuchaban y nadie se atrevía a investigar.

La noche pasaba, y la escena se tornaba más tensa. Llantas casi desgastadas de la rapidez de los autos, todos detrás del mismo premio: La comida. Al pasar 3 días del “apagón”, la mayoría de las personas ya no contaban con el dinero suficiente para adquirir alimentos, por ende, llegaron a la decisión de “saquear” industrias, supermercados, y hasta tiendas por departamento. Ya no se caracterizaba por la necesidad, sino, por querer artículos que no estaban a su alcance y todo había sobrepasado los límites.

11 de marzo del 2019, aproximadamente 12 horas después de los “saqueos”, llueven como diluvio las noticias de lo ocurrido en las calles; la desesperación e indignación se apodera del cuerpo de todos, ya que no solo el servicio eléctrico aún no se hacía presente, sino que también, ya no habría puntos de surtido de alimentos post “apagón”.

Sin embargo, la función no acabó esa noche, ya los “saqueos” no eran solo en grandes industrias, los pequeños negocios en cada sector de la ciudad también fueron víctimas; pasando por mini mercados, hasta la tienda más pequeña y mínima, el caos se desató como toro en corrida. Comerciantes enfurecidos y dispuestos a defender su patrimonio tal soldado en guerra, se determinaron a tomar la justicia con sus propias manos; cerraron cada negocio del sector por más pequeño que fuera e implementaron un sistema de seguridad por guardia, para así mantener sus establecimientos fuera de las garras de los “saqueadores”.

Las horas pasaban, y nadie sabía que hacer; comunicación nula por celulares y medios de comunicación, alimentos escasos, hidratación mínima y sin saber que sucedía realmente, se vivieron los 5 días de “apagón” nacional. Aún se respiran, sienten y se viven secuelas de esas noches sombrías. Distintos tipos de negocios y supermercados cerraron sus puertas para siempre, al perder su material para salir adelante. Muchos quieren pasar página y olvidar lo acontecido, pero la realidad siempre será una: todos y cada uno de los venezolanos, quedaron marcados por aquellas noches de marzo del 2019.

Mochilas de esperanza

Isaac Gabriel Zurita Suarez. Edad 12 años.

Estudiante y escritor apasionado por compartir historias de esperanza.   

Una noche escuché a mis padres, hablando sobre mudarnos a casa de mi mami Elsa (mi abuela), porque donde vivíamos no les alcanzaba lo que ganaban para cubrir nuestras necesidades. Al llegar a casa de mi abuela, sufrí cambios importantes, me cambiaron de colegio y cuando comenzaba a adaptarme a mi nueva vida debíamos salir del país, pues mis padres no conseguían empleo y en realidad no querían ser una carga para mi abuela.

Salimos de VENEZUELA en el mes de mayo, un día muy especial, era el domingo día de las madres, ¡ya era una realidad! yo ignoraba lo que me estaba ocurriendo y ni siquiera sabía dónde íbamos a dormir. Llegamos a un pueblo llamado San Antonio, y allí atravesamos un puente donde había mucha gente, vi muchos policías vestidos de camuflaje verde y azul en ambas puntas del puente, yo me preguntaba: ¿Dónde estamos?… tengo miedo! y se lo dije a mi mamá, y ella con cariño me contestó: ¡Si no te separas de mí no te pasara nada!

Pasamos varios meses en una ciudad que luego supe que se llamaba Cúcuta y pertenecía a un país llamado Colombia; noté con tristeza que nos miraban mal y nos trataban con desprecio, mi papá aún no conseguía empleo estable…

Una noche los escuche hablando que en la mañana siguiente nos iríamos de allí, a otro lugar. Bien temprano agarramos las maletas, me colgué mi mochila y emprendimos la caminata; no supe nunca cuál sería nuestro destino, lo que observaba era que caminaba y no llegábamos a ninguna parte.

En esta travesía conocí la solidaridad de los colombianos, nos dieron comida, alojamiento y muchas veces nos llevaron «encolados» en grandes camiones, luego de 8 días llegamos a la Universidad de la Sabana, nunca había sentido tanto frio como esa noche, al día siguiente unos ángeles enviados por Dios, nos acogieron, nos dieron un techo y comida, empleo a mis padres… y aquí estamos en un sube y baja de sentimientos, situaciones muy cambiantes. 

¡Mis padres ya tienen empleo! Llevo 4 años estudiando en el colegio Antonio Nariño y estoy dispuesto a demostrarle a mucha gente que ¡SI SE PUEDE! Con mucho amor ¡LOGRARE ALCANZAR MIS SUEÑOS! De política no entiendo mucho, sólo sé, que gente estudiada se preguntan y conversan entre ellos cómo mejorar la vida de todos los ciudadanos, que el presidente y su equipo de trabajo crean leyes, decretos y otras cosas legales para solucionar la vida de nosotros los migrantes, sin sacrificar a sus paisanos, pero por las actuaciones indebidas de quienes deben cuidar a sus ciudadanos, es decir, de las malas políticas del gobierno venezolano, muchos de nosotros hemos venido a estas tierras a engrandecerlas y ser productivos.

Quería realizar un cuento, pero para mí fue mejor describir lo que viví en forma de cuento, ya que, por decisiones inadecuadas del gobierno, tuvimos que salir de nuestra tierra y dejar familia, amigos y mi país, pero doy gracias a todos los colombianos que de una u otra manera ayudan a estabilizar mi vida y la de mis padres… Muchas gracias por brindarme la oportunidad de expresarme, soy Isaac Gabriel Zurita Suarez uno de los muchos venezolanos forzado a dejar su patria, y quiero demostrar que los buenos somos más y que venimos a engrandecer a este hermoso país llamado Colombia.

Prácticas de colaboración desde el arte, la cultura y el deporte a favor de las infancias.

Edward Johnn Silva Giraldo.

Hoy en día los niños tienen más acceso a la información en redes sociales, sin embargo, esto no garantiza que tengan mayores procesos de comprensión. Por este motivo, es necesario fortalecer las competencias de lectura crítica para aprender a seleccionar lo que circula en el mundo digital.

En ocasiones, los contenidos que circulan en las redes sociales, responden a fines comerciales que buscan generar una masa uniforme de opiniones. Por ejemplo, hay campañas publicitarias que están dirigidas especialmente al mundo infantil; promoviendo que la única manera de establecer interacción es a través del celular.

De modo cuestionable, se afirma que tener un móvil de tecnología avanzada representa el supuesto de estar a la altura de los progresos tecnológicos, lo cual despierta las expectativas en los niños de tener un celular de alta gama, pero cuando se adquiere, este pasa a un segundo plano porque aparece otro más actualizado. Es así, que ha surgido un mercado dirigido a los niños, que los convierte en clientes consumidores, y que beneficia económicamente a un sector. Y es que la publicidad cautiva y seduce a los niños para que adquieran un celular de última tecnología, y estos a su vez presionan a sus padres para que compren cuanto antes el dispositivo. Los padres para sentir alivio ante la presión y compensar el tiempo que dedican a sus labores en detrimento del tiempo para compartir con los hijos, acceden a las peticiones.

Por ende, la alta dedicación de tiempo en las redes sociales, no puede soslayar la actividad física y recreativa que requieren realizar los niños a favor del desarrollo integral. Por ello, es necesario fomentar las iniciativas comunitarias, y ampliar la oferta institucional deportiva, artística y cultural que permitan el acceso a todos los niños para favorecer el compartir, el aprovechamiento del tiempo libre y el sano esparcimiento. En este sentido, las pantallas no pueden suprimir el tiempo de la recreación por el entretenimiento conducido que ofrecen los programas de televisión y las redes sociales. Además, es importante prevenir problemas relacionados con las posturas y la obesidad por el sedentarismo. Asimismo, problemas oculares por la sobreexposición a las pantallas de los dispositivos móviles y las computadoras.

Por consiguiente, surge la siguiente pregunta ¿cómo promover prácticas de colaboración a favor de las infancias por medio de iniciativas comunitarias e institucionales desde el arte y deporte para reconocer y fortalecer los saberes de las familias y las capacidades de los niños, niñas y adolescentes?   

Héroes cotidianos: Recuperando la memoria histórica de las sabias abuelas.

Por: Edward Johnn Silva Giraldo. Publicado en la web del periódico el observador. El 9 de octubre de 2021. https://elobservador.com.co/heroes-cotidianos-recuperando-la-memoria-historica-de-las-sabias-abuelas/

Tuve la oportunidad de leer el libro de MAMA Lety… Todo un cuento. Sus historias logran transportar la imaginación a la región Caribe. Es un viaje de afectos, caminos, encuentros y enseñanzas tejidas a través de la sabia conversa. Cada historia de MAMA Lety conecta con la infancia, la curiosidad, el asombro y la capacidad de leer la vida a partir de canciones, dichos y refranes.

Según cuenta su nieto Roman, MAMA Lety no dejaba escapar detalle, era observadora, cercana, sabia y directa. Cuestionaba las injusticias, especialmente la visión machista, pero también aplaudía con música el inicio de un nuevo día.

Cantaba y bailaba Manuelito barrios “quiero amanecer cantando, quiero amanecer bailando”. Conversaba y cantaba, componía letras con mensaje; producía intelectualmente con sencillez y humildad. Le gustaba compartir, se alegraba cada vez que escuchaba y contaba historias. No imponía, pero cada consejo era escuchado.  

Todas las mañanas saboreaba el tinto recién preparado, mientras su nieto Roman le contaba alguna anécdota vivida en la escuela. Ella escuchaba atentamente, preguntaba curiosamente y se acercaba hábilmente para enviar de manera jocosa una sabia reflexión. Nunca dejaba pasar por alto un comentario machista, de esos que circulan a manera de chiste denigrando contra la mujer. Era amorosa con todas las personas, pero fuerte con los comentarios que iban por otra vía, sin la intención de construir.

Roman heredó de su abuela MAMA Lety el gusto por la lectura, la escritura y la conversa. Lleva el legado de una tradición que valora el saber de la amistad, el compartir y la lectura crítica, manteniendo el sentido humano de la vida. Compone, canta y escribe conjuntamente recuperando la memoria histórica de las sabias abuelas. El libro lo escribió con su hija Juliana de 10 años. Juntos empezaron la conversa. Juliana con la expectativa de saber más de MAMA Lety acompañó las historias con dibujos recreando esos momentos.

Es una lectura para saborear al calor de un tinto y una agradable compañía. Con la escritura autóctona se recupera la tradición oral y musical. Roman y Juliana invitan a través del libro a disfrutar “el olor de una de una poesía, el canturreo de las hojas de un libro, el sabor de los rayos del sol o del gorjeo de las gotas de agua lluvia y a disfrutar del calor y el olor de la tierra mojada”. 

Ángel Pastran: “estamos trabajando en comunidad”

Por Roy Salas Adán. Periodista y escritor.

El pasado día del niño, un grupo de emprendedores de la gastronomía venezolana en Cajicá, realizaron con éxito su primer evento conjunto, una iniciativa que les está motivando a generar una mayor sinergia y solidaridad. Allí reina el espíritu de colaboración que hermana a los emprendedores de los saberes gastronómicos, así lo explicó Ángel Pastran, propietario del emprendimiento Be Happy, quien describe como esta realidad resultó contradecir ampliamente sus prejuicios. 

“Yo no entendía lo que significaba trabajar en una plazoleta de comidas, por lo cual, tenía mucha incertidumbre al llegar acá, será que toca pelear entre todos para poder ganar —se preguntaba—, pero mi personalidad no es de ser contendor, sino colaborador, así que aquello me preocupaba, sin embargo al llegar a la plazoleta, bendito Dios, encontré personas muy solidarias, por decirlo en una expresión venezolana, muy panas”, asegura. 

También agrega que Francelys Suárez, quien es venezolana, es una experta barista que trabaja en el local vecino donde ofrecen empanadas, arepas y son especialistas en cafés. Que Don Víctor, colombiano,  vende postres, helados, cafés y bebidas calientes, “ambos son personas muy colaborativas, con muchas ganas de crecer y de apoyar”, añade. 

Explica Angel que debido a que la plazoleta no está aún posicionada, entre todos trabajan para dar a conocer sus productos, tomando turnos para ir a la entrada de la plazoleta a invitar a los transeúntes, invirtiendo en publicidad común, donde aparezcan todos los establecimientos y organizando eventos conjuntos en fechas especiales para atraer a las familias cajiqueñas a este ambiente.  

 “No sé si ha sido beneficioso para ellos, pero mis vecinos para mí son una bendición”, asegura Ángel “han sido mis cómplices, son muy amables, incluso en ocasiones cuando alguno está embolatado y el otro tiene el negocio solo, nos apoyamos en el trabajo”, explica. 

Cuenta que a la señora Francelys la conoció mucho antes de llegar a la plazoleta, el día que decidió con su esposa e hijos conocer Cajicá y evaluar la posibilidad de mudarse, luego de recorrer algunas calles decidió comer unas empanadas y quiso Dios que llegará al local de Francelys, la conocimos ese primer día en el pueblo, “desde ahí a las dos familias nos une una gran amistad y el deseo de prosperar en esta tierra”. 

“Nuestra amistad surgió porque ella es de un pueblo cercano al nuestro en Venezuela, somos casi vecinos, estamos como a 15 minutos de distancia, de hecho ella en estos días viajó a Venezuela y aprovechamos de mandar cosas a la familia con ella”, cuenta.  

Describe que la hermandad también se refleja en el compartir que organizan cada tarde. «Todos hacemos algo para compartir en las tardes, por ejemplo, compramos pan, lo rellenamos con queso crema y jamón y lo compartimos con café; así cada día nos inventamos una merienda». 

“En estos meses de andar nos hemos dado cuenta que si nos ayudamos entre todos crecemos”, comenta que actualmente el reto es que cada uno sepa ofrecer el menú y las características de los distintos locales, ya que si un cliente se sienta a comer una empanada quizás se antoje de un chorizo o un helado y al final todos ganan. 

¿De dónde nace Be Happy y cuál es su propuesta?

“Surgió porque desde que llegue a Colombia siempre tuve la expectativa de montar un restaurante, yo en Venezuela tenía un negocio de este tipo, con el cual sostenía a mi familia y anhelaba que aquí no fuera diferente. Así que se dio la oportunidad de comprar Be Happy, con lo cual yo quería dar continuidad al restaurante que se llamaba Dónde Avelino, en honor a mi papá, pero varias personas nos alertaron de lo “complejo que es hacer empresa en Colombia”, así que decidimos conservar el nombre tal como estaba, después con el tiempo entendí que en Colombia es muy fácil formar una empresa. Que terminé creyendo comentarios de otras personas porque en Venezuela si es bastante complicado hacer empresa”. 

Explica que Be Happy no tenía originalmente su concepto, sino que fueron ellos, quienes pensando en cómo satisfacer a la gente que le gusta la comida propia, decidieron crear un negocio que prepara todos sus productos cárnicos, desde salchichas de los perros calientes, hasta las chuletas ahumadas de las bandejas a la carta, todo lo hacen de forma artesanal. “Nuestro negocio no es de gastronomía venezolana, sino de gastronomía artesanal, nosotros fabricamos todo, procesamos la chuleta ahumada, la tocineta y todo siguiendo estándares rigurosos, pero con trabajo artesanal, y el cliente que aprecia este arte lo sabe valorar”, asegura. 

¿Cómo vinieron a parar a la plazoleta?

«Nosotros el año pasado entramos en las convocatorias de la Secretaría de Desarrollo Económico de Cajicá y en capacitaciones con el apoyo de una entidad llamada Innpulsa Colombia y de la Cámara de Comercio de Bogotá, en nuestro caso presentamos el proyecto de fabricación y procesado de las carnes frías y con ese proyecto nos invitaron a participar en la convocatoria para capital semilla». 

«Nos apoyaron tanto que a pesar de que yo tuve un tema de salud durante esos días, que me mantuvo alejado por dos semanas, el equipo de la Secretaría de Desarrollo Económico me buscó y estuvieron muy pendientes de mí, y me ayudaron a que no perdiera la participación». 

«En el concurso de capital semilla hice todas las pruebas, comenzamos 32 concursantes, y aunque no gané quedé de quinto. Ese quinto lugar me sirvió para que ellos me dieran una embutidora manual y una máquina de empacado al vacío, equipos que me ayudan mucho, ya que antes, por ejemplo, me tomaba tres días fabricando una tanda de chorizos, ahora sólo me toma dos o tres horas». 

«Luego de esto los funcionarios de la Secretaria de Desarrollo económico me hicieron entender que debía buscar un local que me ofreciera mejores condiciones de infraestructura y así llegue a la feria de comidas del edificio, con la expectativa de adelantar los trámites legales pertinentes, para poder comercializar nuestras carnes frías artesanales y captar mas clientes para nuestro restaurante y para la plazoleta». 

¿Cuál es el reto actual?

«Seguir remando juntos, inventarnos estrategias para lograr que esta plaza sea autosustentable, que logremos atender de la mejor manera nuestra clientela»

Finalmente, desde este espacio queremos brindar un pequeño punto de apoyo, y por ello invitamos a nuestros lectores a darse una vuelta por esta comunidad de amigos de la gastronomía, y apoyar el emprendimiento, la economía local y sobre todo el espíritu colaborativo y de hermandad latinoamericana

 

El maletín de sabiduría de la Maestra Daicy

Daicy Romero “Ser docente es tener vocación”

Por Edward Johnn Silva Giraldo 

La Maestra Daicy Josefina Romero de Chacin a sus 61 años, relata con brillo en la mirada y pasión en su voz, los caminos que continúa recorriendo en su labor formativa. Estudió licenciatura en Educación Integral y un posgrado en gerencia educativa. Dedicó veintitrés años de servicio acompañando procesos educativos como docente de aula y directora académica en Venezuela “ser docente es tener vocación, es sentirlo”. En 1984 recibió una condecoración como docente del año, y de ahí en adelante vinieron muchos reconocimientos. 

Siempre disfruta cada aventura de aprendizaje. El abrazo, los juegos y las preguntas curiosas que hacen los niños reconfortan su vida “La educación y los niños son como la semilla y el árbol que crece con hojas, ramas y raíces”

Hace 4 años llegó a Colombia con un maletín de sabiduría donde lleva su vocación de servicio. Empezó una iniciativa de educación popular con la comunidad en Bogotá, en la localidad de Engativá; orientando tareas en un comedor o en un parque, y desde su didáctica del amor ha conseguido despertar en los niños el gusto y placer por la lectura y escritura.  

Le gusta compartir lo que sabe, decir lo que siente, escuchar y preguntar para aprender. Valora la participación y le molesta la actitud de mando y autoritarismo que en ocasiones se asume en los procesos de enseñanza. Acoge el sabio dicho que se ha transmitido de generación en generación en Venezuela: “el que tiene buena voz, no manda a otro a cantar”. Reconoce los diversos saberes “Todo no se enseña en la escuela y la universidad, también está la escuela de la vida donde se pueden rescatar valores”.  

Hoy comparte su experiencia como maestra de vida en su rol de abuela y referente comunitaria entre los vecinos. Aunque añora el patio de su casa en Venezuela donde se podía correr y la cancha techada que convocaba al encuentro, sigue siendo recursiva para construir con sus nietos un centro de aprendizaje en el espacio de la sala, el comedor y un lugar acogedor al aire libre.      

Roy Salas Adán: el escritor y periodista que teje saberes en las redes sociales

Roy Salas Adán: el escritor y periodista que teje saberes en las redes sociales

Entrevista realizada por: Edward Johnn Silva Giraldo

Roy nació en Carora, el Estado de Lara en Venezuela. Estudió comunicación social como una vocación de servicio que aprendió en su familia y comunidad. Su proceso de formación humana y experiencia profesional se ha orientado a partir de lemas basados en la solidaridad, la generosidad, la empatía y la amistad social. Estos valores son como la brújula que guía la dirección de sus caminos, senderos y horizontes. Son el soporte de los puentes que va construyendo a varias voces y manos en cada acción cotidiana.

Roy-Salas-Adan

En el año 2018 logró materializar la publicación de su libro titulado “el evangelio y las redes sociales- cómo comunicar el mensaje de Dios en la web”, donde presenta reflexiones y alternativas que favorecen los encuentros intergeneracionales y el fortalecimiento de los vínculos entre hijos, padres, tíos, primos y abuelos; la lectura crítica de los contenidos que circulan en el extenso mar de información; y el empleo de herramientas digitales concebidas como medios para conectar personas y mantener el contacto con los seres queridos a pesar de las distancias geográficas y las fronteras físicas y simbólicas que se establecen como muros entre regiones y países.

Roy aprendió a navegar en las redes sociales como pez en el agua. En su libro señala las virtudes que ellas ofrecen, pero también advierte de los riesgos. A manera de analogía expone que hay aguas que conducen a un mundo de aprendizajes significativos, o corrientes, olas y mareas que arrastran a las personas a lugares donde pueden resultar engañadas y quedar expuestas en su intimidad y privacidad. Por ello, enfatiza en la necesidad de dimensionar en la tecnología las dos caras de la moneda, especialmente para que los niños con el acompañamiento de los adultos de confianza identifiquen cómo transitar por el ciberespacio. A continuación, Roy comparte las siguientes apreciaciones:              

¿Cómo inicia su gusto por el periodismo en las redes sociales?

Roy: “En el año 2007 descubrí que era posible abrir un blog gratuito con la cuenta de Gmail. Empecé a escribir y me convertí en redactor digital de las redes sociales personales y de periódicos de Venezuela y Colombia. Entonces, algo que comenzó como un hobby moderno, se ha convertido en una forma de vida”.  

Roy Salas Adán: el escritor y periodista que teje saberes en las redes sociales
Roy Salas Adán: el escritor y periodista que teje saberes en las redes sociales

¿cuáles son los retos del periodista en la era digital?

Roy: “Las funciones del periodista son comunicar, informar la verdad y formar con principios éticos, y eso no debe cambiar. Lo que cambia es el cómo y dónde se da esa información, por tanto, es importante estar actualizándose. Es decir, que no varían las bases de la profesión, pero sí los medios y las herramientas”.     

¿Cómo generar conexiones por medio de las redes sociales entre personas que se encuentran distanciados geográficamente, pero vinculados emocionalmente?

Roy: “si no somos muy cuidadosos de con quién hablamos y no formamos empatía, terminamos con la falsa ilusión de que tenemos miles de amigos, pero en realidad no es así. Aquí hablo de la amistad social en el sentido psicológico, que es poder compartir con otras personas pensamientos y emociones. Lo otro es como un saludo de pasillo. Para generar amistad hay que tener comunicación recurriendo por ejemplo a vídeollamadas donde pueda ver el rostros y gestos de esa persona, oír los tonos de su voz, etc. Hay que enseñar a tener comunicación, no tanto con muchas personas, pero sí de mayor calidad”.    

Encuentro familiar a través del Sóftbol

Sóftbol: Una metáfora de vida

Por Edward Johnn Silva Giraldo

Johan vivió su infancia y juventud en la isla de Margarita donde aprendió a pescar, nadar en aguas abiertas y jugar Sóftbol con sus hermanos y amigos en las playas del Caribe Venezolano. Hoy a sus 34 años recuerda con alegría y reflexiona cómo su experiencia deportiva le ayudaron a fortalecer su disciplina y la paciencia para emprender sus proyectos.

Llegó con su familia hace varios años al municipio de Cajicá Cundinamarca, y el Sóftbol ha sido su metáfora de vida. Cada logro alcanzado es similar al paso por la primera, segunda y tercera base para hacer una carrera con su equipo

Para Johan el Sóftbol es una conexión con su tierra y seres queridos. Aunque está lejos de la brisa del mar, mantiene viva su pasión por este deporte. Casi todos los domingos se reúnen en familia y preparan los implementos: el bate, los guantes, la careta y las bases. Caminan para encontrar un lugar propicio donde jugar. Son creativos y recursivos. Narran con emoción cada lanzamiento, movimiento y anotación “nosotros mismos nos motivamos”. Juegan, cantan y bailan. Es una tarde de encuentro familiar donde participan niños, jóvenes y adultos “mi cuñada también realiza actividades con los niños, les pone su musiquita, todos la pasamos contentos, y nos distraemos la mente ahí un rato”. 

Las Gauchas: Empanadas argentinas en Cajicá  

Empanadas argentinas

Por Edward Johnn Silva Giraldo

Camilo es colombiano y Nelida argentina. Juntos crearon el emprendimiento las Gauchas, empanadas argentinas en Colombia, una iniciativa creativa en gastronomía que reúne saberes culturales a partir de recetas originales.  

Nelida hace arte en sus recetas, innova en sabores y texturas. Camilo es un aprendiz curioso que disfruta cada invento saludable que deleita el paladar. Los dos han sabido generar un sistema de apoyo en la creación y preparación de las recetas.

Son empanadas hechas con amor, cada momento del proceso involucra la participación familiar. Se tejen afectos, historias, innovaciones, sueños y se hornean nuevas ideas al calor de olores artesanales “ella está todo el tiempo improvisando, no se queda quieta, permanentemente está generando nuevos sabores e investigando”.

Es un proyecto familiar que propicia el diálogo intercultural y el encuentro intergeneracional. La sabiduría, la creatividad y la perseverancia orientan cada paso que dan “empezamos vendiendo únicamente a través de WhatsApp de conocidos, por Facebook, y luego después de un tiempo pusimos un punto acá en Cajicá”.     

Las empanadas son símbolo de diversidad cultural en Latinoamérica, y de encuentro familiar y comunitario en Colombia y Argentina. La variedad de sabores es la analogía de un pluriverso que reúne familiares, vecinos, compañeros y amigos.

Camilo y Nelida preparan empanadas horneadas con mezcla de sabores colombianos y argentinos “preparamos la empanada en masa de trigo, manejamos apróximadamente 14 sabores» . Por ejemplo: “tenemos la de carne con aceituna y huevo; carne con aceituna y pasas; pollo al curry; pollo y champiñón; chorizo y chimichurri; tocineta y ciruela en vino tinto; la de jamón y queso; la caprese que tiene tomate, albahaca, mozzarella; y entre las vegetarianas tenemos la de berenjena, pimentón y cebollita; y la orellana en masa de salvado, hay gran variedad”. Las empanadas se pueden acompañar con salsa criolla, chimichurri casero, tomate y cebolla, alrededor de conversaciones que fortalecen las relaciones de amistad y convivencia.